jueves, 18 de agosto de 2011

Aproximaciones a la Teoría Sociológica Urbana


1. La ciudad crece, las desigualdades también


El crecimiento urbano es beneficioso para la elite rica e influyente. Según Manuel Castells, la forma de las ciudades guarda estrecha relación con las decisiones del mercado y del gobierno. Dicho de otro modo, el orden y el crecimiento de una ciudad es decidido por los quienes manejan las empresas y por los gobernantes. El autor hace particular hincapié en el poder del consumo colectivo como característica primordial del capitalismo. El sistema organiza dónde consumir, dónde están los centro de manufactura, dónde las residencia, etc. A su vez, los sociólogos de la perspectiva de economía política, plantean que la forma de las ciudades es moldeada por los intereses de estos poderosos que buscan maximizar los beneficios y minimizar los costos. Esto va en desmedro los pobres puesto que ellos quedan a merced de las determinaciones de estos grupos. A las clases más desposeídas se las puede excluir, como sucedió en Estados Unidos con la aparición de los suburbios periféricos que dejaron en el centro de la cuidad a los pobres.
Son las elites quienes moldean el orden de la ciudad de acuerdo a dónde deciden poner las fabricas, dónde los edificio corporativos, dónde viven las distintas clases sociales, dónde se contamina, dónde no, en qué parte hay más sitios verdes y de esparcimiento, etc.
Sin embargo, el sociólogo Castells remarca la importancia del papel de la lucha de los desfavorecidos por modificar su calidad de vida. Los problemas urbanos generan movimiento sociales para mejorar la vivienda, contra la contaminación, por mejores sueldos, por mayores lugares de esparcimiento, entre otras causas (Giddens, 2002).
En las ciudades coexisten la riqueza y la pobreza. Los grupos de poder han transformado los espacios públicos favoreciendo la separación de ambos. Aparecen entonces los complejos cerrados (“Countries” de Buenos Aires por ejemplo), el Mall (la nueva plaza pública custodiada por seguridad privada), entre otros.

2. Los cambios demográficos del ‘nuevo capitalismo’

Una de las principales transformaciones demográficas de estas últimas décadas es la concentración de la población los centros urbanos. De acuerdo a cálculos de las Naciones Unidas, para el 2025 se espera que el 63% de la población mundial lo haga en ciudades.
Esto, en parte, es producto del éxodo que se ha producido desde el campo, las pequeñas ciudades y los pueblos hacia las grandes ciudades. Este fenómeno se ha mantenido en el último tiempo. Las personas del área rural y de sitios poco poblados ven en las ciudades mayores posibilidades de vida (más trabajo, mejores sueldos, más fácil acceso a la salud, mejor educaciones, etc.). Estas oportunidades se contrastan con las falencias del área rural en el actual escenario de la globalización, donde el trabajo en el campo se ha tecnologizado.
Las ciudades del “nuevo capitalismo” se han convertido en centro del poder financiero, infraestructuras informativas, dirección de la economía y se han enmarcado aún más en el escenario de la economía global.
A su vez, podemos referirnos a que la población mundial está aumentando. Cerca de 90 millones por año. Si bien las tasas de natalidad siguen siendo altas se espera que producto de la urbanización comience a descender. Esta tasa está acompañada por la tasa de mortalidad que ha descendido producto las mejoras en salud. Esto da por resultado que la esperanza de vida al nacer de los chilenos para el 2025 según el Instituto Nacional de Estadísticas, Proyecciones y Estimaciones de la Población, es de 77 años los hombres y 83 las mujeres.
Se puede vislumbrar otro fenómeno, el norte del globo se caracteriza por un descenso en su población y el norte por un aumento en su número de habitantes. Año a año hay 90 millones más de personas en el mundo y de ellos, 80 millones se incorporan a sociedades pobre (Plummer, 1999). En este marco, distinguimos la llamada “tercera revolución urbana” que se caracteriza por la explosión del crecimiento urbano de los países con menores ingresos. Se espera que no solo crezcan las ciudades en los países pobres sino que alberguen cantidades de personas sin precedentes. Es más claro aún cuando vemos la disminución en las tasas de mortalidad de América Latina, Asia y, particularmente, África.

3. Apartados lejos de la ciudad

El fenómeno de la suburbanización en Estados Unidos se desarrollo con fuerza en los años cincuenta y sesenta. Las familias se trasladaron del centro de la ciudad hacia la periferia generando en estas zonas áreas residenciales. En un comienzo, quienes se desplazaron fueron familias blancas, por la imposición de las escuelas interraciales. Buscaban en la periferia que sus hijos fueran a escuelas exclusiva para blancos. En el centro urbano quedaban las personas de raza negra. El gobierno y los privados no encontraban incentivos para invertir en esa zona, por lo que comenzó a caracterizarse por el deterioro progresivo de sus construcciones, aumento en la delincuencia y conflictos sociales debido a que la calidad de los servicios como policía y bomberos bajó. A su vez, se estigmatizó al centro de la cuidad por enfermedades sociales como el consumo de drogas, la delincuencia, el desempleo, las personas sin hogar, etc. Las malas condiciones de vida sin duda generaban conflictos sociales como manifestaiones, motines, etc. En estadísticas, tres de cada cuatro negros vivían en el centro, mientras que de cada cuatro blancos solo uno vivía allí (Giddens, 2002).
Con el tiempo, las personas de raza negra también se instalaron en suburbios residenciales. Pero, al igual que los blancos, lo hicieron agrupándose entre sí. Luego, y como consecuencia de inmigraciones, la poblaciones hispana y asiática que tenía la renta para vivir en estos sectores aumentó en entre los años ochenta y noventa. En su mayoría, fueron personas de clase media; profesionales de buenoa ingresos. Los suburbios se volvieron homogéneos. Se comenzaron a agrupar de acuerdo a la raza o la etnia.
Lo atrayente del suburbio para la familia norteamericana es que le permite tener una vivienda unifamiliar, apartarse de los problemas de la ciudad (la droga, delincuencia,etc.), mayor control sobre los colegios, el facil acceso de las tiendas, pero sobre todo la oportunidad de vivir entre sus pares. Las personas buscaban a sus afines en cuanto a la religión, la raza, la etnia, la clase y la cultura (Calhoun, 1995). Esto produjo una homogeneidad de la gente que habitaba cada suburbio. Por otro lado, generó uniformidad en las viviendas y en la forma de distrubución de estas.
Cabe destacar que la construcción de zonas suburbanas fue propiciada porque se construyeron sistemas de carreteras financiadas por los impuestos y, además, se proporcionaron hipotecas bajas a los veteranos para que se instalaran allí. Por otro lado, se entregaron beneficios impositivos a los propietarios de casa en los suburbios. Por lo cual era bastante conveniente invertir en vivir en estas zonas.
Con la proliferación de los suburbios, estos se fueron entrelazando creando una especie de ciudad suburbana. Llegando aún más lejos, ya que con el crecimiento de estas ciudades suburabanas se constituyen megalópolis.
Cuando los consumidores se desplazan a las periferias, tras ellos se mueven también los negocios. Así comienzan a instalarse grandes centros comerciales que le evitan a los compradores tener que ir a las tiendas del centro. A su vez, las instrustrias manufactureras también se alejan del centro, para ubicarse en la periferia evitando así los problemas de embotellamientos y la criminalidad.
Con el crecimiento de las ciudades y con la gente viviendo en la perisferia crece fuertemente la industria automotriz. El auto adquiere una importancia en la vida del norteamericano de clase media. Destaca el elemento de libertad que al estadounidense hace que no le importe tener que enfrentarse al feroz transito a diario. Mientras en Europa el auto era un lujo, en EEUU era una necesidad.
En este contexto caracterizado por la desvalorización, tanto social como inmoviliaria, de los centros de las ciudades, surgen políticas de renovación urbana. Esta medida es respuesta a la disminución de los niveles de recaudación de impuesto. La gente no quería vivir en el centro. Aparece con ello, el reciclaje de edificios para usos comerciales y residenciales. Sin embargo, la gente que decide vivir en estas construcciones céntricas renovadas también responde a ciertas características e intereses que los homogenizan. Hablamos de barrios boemios, intelectuales, gente de altos ingresos que deciden vivir en esos almacenes industriales convertidos en lofts y estudios (Giddens, 2002).
Sin embargo, autores plantean que actualmente la preferencia por los suburbios no está dada por la posibilidad de aislarse de acuerdo a la raza, sino de acuerdo a la clase. Se plantea que viven en los suburbios, porque no quieren convivir con personas pobres.


Bibliografía
Calhoun, C.; Light, D. & S. Keller (1995). Sociología. Bogotá, Colombia: McGraw-Hill [1994].
Giddens, A. (2002). Sociología. Madrid, España: Alianza Editorial [2001]. Macionis, J.J., & K.
Instituto Nacional de Estadísticas, Proyecciones y Estimaciones de la Población (2004). Esperanza de vida al nacer (en años) por periodos y sexo. Chile, 1950-2025. Recuperado el 25 de abril de 2011, de http://deis.minsal.cl/deis/ev/esperanza_de_vida/index.asp
Plummer (1999). Sociología. Madrid, España: Prentice Hall [1998].